negativo

domingo, marzo 25, 2007

Ya no me siento yo mismo

Haré un gran esfuerzo por recordar lo suficiente las cosas viejas a las que hago referencia aca para que se entienda lo que quiero expresar esta madrugada.
Durante los meses infernales (abril a junio, por lo menos, 2006) por razones que mis infieles lectores conocen (y si no, lean los archivos correspondientes a esos meses) sentí cosas muy diversas. Pero últimamente me vuelvo a sentir de una manera en especial. En esa época me sentía muerto. Así definía lo que sentía. Recuerdo que Ros me dijo por aquellos meses que hasta en mis pasos se notaba que ya no era la persona de antes. Que había perdido luz y caminaba como perdido. Y tenía toda la razón, yo era una sombra, un ser inanimado, un qué se yo. Yo extrañaba ser la persona que era, aunque ya ni recordaba cómo era esa persona.


Un tiempo pequeño y eterno (Canela y Vainilla)

Hubo un tiempo pequeño y eterno
en el que mi andar destilaba brillo.
Hubo un tiempo pequeño y eterno
y mis pasos eran de nuevo míos.
Fuimos Canela y Vainilla,
mis ojos destilaban luz
y mis pasos eran de niño felíz.
Hoy soy solo una sombra de nuevo,
una sombra aún más gris.
Si te dijera que me quitaste el alma
y que no sé qué hiciste con ella, ¿me creerías?
Yo sé que sí, sabes bien lo que hiciste.
Estoy muerto, camino solo en este invierno.
Te recuerdo, Aroma, hoy más que nunca,
aunque a veces se dibuje una sonrisa,
mi alma sigue muerta, muerta en vida.
Fui el hombre que creyó ciegamente,
hoy soy solo el anhelo de ese hombre soñador.
Mis pasos de desdibujan entre las calles,
ya no me encuentro, ni en un solo paso,
sigo buscándome y recuerdo quién fui,
anhelo y extraño el hombre que fui,
al hombre que murió, sigo buscando
al trovador gótico, dualidad perdida.


Hoy siento algo parecido. No me siento muerto. Pero no me siento yo mismo, creo que con nadie y en ningún lugar. La mayoría de las pocas veces que he salido estos meses me he sentido así, quizás por una cuestión de pertenencia en realidad. En verdad no lo sé. En el cumpleaños de Lorena, en el cumpleaños de Armando, en el que incluso le dije a Juan Ernesto "yo ya no me siento cómodo en ningún lugar". Anoche me volví a sentir así. Estaba en un pub pachangoso de Miraflores. El Estón y Ernesto me habían invitado y yo me sentía fuera de lugar. Obvio que nunca me sentiré bien con ese tipo de música, ni con la gente tan normal que asiste a lugares así, pero era algo que iba más allá de eso. En un momento se dio esta conversación con Ernesto:

Ernesto: ¿Y a tí qué te pasa? ¿Tú quieres volver con Karmen, no?
Yo (
con cara de qué carajo hablas): Nada que ver. ¿Por qué piensas eso?
Ernesto: Como te veo tan deprimido.
Yo: No tengo ningún problema con ninguna mujer. Yo lo que quiero es plata.
Ernesto: Chambea pes.
Fin de la conversación. Cuando me dice eso yo siempre me callo (mis millones de temores).

De la conversación anterior, notemos: "
como te veo tan deprimido". Eso me hizo darme cuenta de que ya estoy próximo a la catatonia (qlvml!); mejor dicho, que ya se me ve hasta el culo. Y me recordó a lo que Ros me dijo meses atrás.
En otro momento El Estón me dijo algo parecido a "así como soy yo ella ha hecho que me sienta solo en cualquier lugar".
Y eso fue como una luz. Una luz que en lugar de darme esperanzas fue como si me condenara. Porque se parecía tanto a lo que yo sentía, solo que con otras palabras. Para mi fue como si me hubiera dicho "yo ya no me siento yo mismo con nadie, en ningún lugar". Y me puse a pensar en cuándo había sido la última vez que me sentí yo con alguien. Y solo, solo, se dibujó un Ivi en mi imaginación. Y fue cuando vi la dizque luz. (Ver http://www.fotolog.com/darksonic/21045318).
Y me pregunto si así como fue con Ivi que me volvi a sentir yo mismo el año pasado luego de todos los meses infernales (ver El muerto en vida vuelve a la vida) tiene entonces que llegar otra alma gemela a limpiarme o peor aún, si tiene que llegar ella misma a hacerlo. En ambos casos sería fatal. Y es tonto pensar asi. Es hasta absurdo, cuando yo mismo soy el que tendría que limpiarme, o sacarme brillo.
Volvamos a cómo me siento y relacionémoslo con Yzza, de quien hablé al final del post pasado. Con esa señorita he compartido más de una vida de alguna forma bastante cercana, me imagino, para que haya logrado en mi lo que logró: es como si con un solo dedo hubiera tocado mis fibras sensibles y me haya devuelto la capacidad de derramar lágrimas, que perdí realmente no sé cuando (eso me hace pensar en cuando Ernesto me dice llorón y yo pienso que ojalá fuera así, como antes, que podía llorar). Y eso hace que sea un poco como siempre he sido de alguna forma. Aunque de todas formas está esa tristeza, ese inconformismo, ese hastío, esa insatisfacción, ese descontento con uno mismo, que es lo que me hace llorar, así que mucha diferencia no hay, tampoco.
Aunque también me hace llorar cosas que me pasan con ella. Y me pongo a pensar en el poder que tiene sobre mi, de pronto. Me preguntó ella si con ella me siento yo mismo. Le respondí que sí, que al menos me siento mucho más yo de lo que me siento con la mayoría de personas que me rodean.


Cuando nuestras manos se toquen


Recién te conozco
y ya estás tanto en mí
y ya tienes ese poder mágico.

Aunque tú no sepas ver
todo ese background que existe
con tanta facilidad.

Créeme que tengo fe
en que lo sabrás y sentirás
cuando nuestras manos se toquen.


Realmente siento eso de no sentirme yo.